V.P. Directora General de Gobierno Regional español.

El seminario te muestra el gran poder de la mente, la importancia que tiene el convencimiento personal de que tú puedes hacer y conseguir todo aquello que te propones. Y eso lo visualizas en la tabla de madera que tienes que romper, en los cristales sobre los que tienes que andar, en la flecha que has de quebrar o en las brasas sobre las que vas a andar. Hay personas del seminario que ven imposible, al inicio del día, hacer todo ello. Y sin embargo lo hacen. En mi caso, yo llegué convencida al seminario de que romper una tabla o andar sobre las brasas lo iba a hacer sin problemas. Si otros lo habían hecho, ¿ por qué yo no iba a poder? Imagino que es el mismo proceso que experimentaron otros en el seminario, viendo que tus compañeros lo estaban consiguiendo.

Hubo una técnica (la de la flecha) que sí me imponía; de antemano tenía cierto miedo. Aunque supiera que otras personas lo habían hecho anteriormente, eso no bastaba para disipar mi inquietud o miedo. En ese salto del «tener miedo» a «conseguir hacerlo», ese proceso de superar ese miedo es el auténtico aprendizaje. El estar convencido de que vas a hacer unas técnicas te reafirma en ti mismo. el hacer una técnica sobre la que tenías miedo te hace aprender. El mayor aprendizaje que hice al conseguir superar la técnica que me daba miedo es el de la focalización. Focalizar en un objetivo. No puedes focalizar tu mente en el miedo y en tu objetivo. Si focalizar en el objetivo, el miedo desaparece. Como por arte de magia. Pasas de tener miedo a, en una fracción de segundo, focalizar tu mente y conseguir la técnica. Es como un click. Un click de un segundo que te hace conseguir todo aquello que quieres. Sabes que si has conseguido vencer tu miedo respecto a algo, conseguirás vencer tu miedo respecto a otras situaciones o retos. Mi aprendizaje fue que la respuesta para ello es la focalización. Esa focalización es algo que cuando la experimentas tú, lo notas, y cuando son otros compañeros los que están haciendo las técnicas, lo ves en sus caras. En general, sabes perfectamente quién va a conseguir terminar con éxito una técnica (romper la tabla, etc) y quien no. Ese aprendizaje de focalización lo he trasladado posteriormente a diversas diversas situaciones : desde planteamientos vitales (qué quieres hacer en tu vida) al día a día del trabajo (larga lista de tareas por hacer; respuesta: focalizar).

Hay técnicas a las que incluso le coges «gustillo». Anduve sobre las brasas 4 veces!! Era una magnífica sensación. Es curioso cómo algo que desde fuera impone, cuando lo estás haciendo tú lo ves como algo agradable, algo que te produce una profunda satisfacción. Y que haría una y otra vez. ¿Una situación puede pasar de ser intimidatoria a ser una situación en la que te mueves como el pez en el agua?.